¿Qué es la Obesidad?

La obesidad se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal. Se define clínicamente mediante medidas que “estiman” la adiposidad a partir del peso corporal, la estructura corporal y la altura. (1)

Ya no se considera un problema cosmético causado por comer en exceso y la falta de autocontrol. La Organización Mundial de la Salud (OMS.), junto con las sociedades médicas y científicas nacionales e internacionales, ahora reconocen la obesidad como una enfermedad crónica progresiva resultante de múltiples factores ambientales y genéticos.

Es un factor de riesgo número uno, que se puede controlar, y que está relacionado directamente con muchas enfermedades (llamadas co-mórbides) como la hipertensión, la diabetes, la arteriosclerosis, las embolias, la infertilidad, infartos y ciertos tipos de cánceres.

El manejo de la obesidad se ha transformado en el factor fundamental para la prevención de muchas enfermedades y el tratamiento de muchos pacientes que ya las padecen.

La obesidad es un factor de riesgo para la diabetes mellitus tipo 2 (DM2). Por lo tanto, ha habido un aumento paralelo en la prevalencia de la DMT2, que actualmente se sitúa en el 9% en todo el mundo y se prevé que alcance el 12% para 2025. Tomando en cuenta la creciente población, es probable que la carga global de diabetes aumente en más del 50% en la próxima década. Las anomalías metabólicas asociadas con la obesidad aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular, incluida la enfermedad de las arterias coronarias y la insuficiencia cardíaca. (3)

Causas de la Obesidad

Aunque existen influencias genéticas, conductuales, metabólicas y hormonales en el peso corporal, la obesidad ocurre cuando se ingieren más calorías de las que se queman con el ejercicio y las actividades diarias normales. El cuerpo almacena ese exceso de calorías en forma de grasa.

La obesidad suele ser el resultado de una combinación de causas y factores contribuyentes como los siguientes:

Los genes que heredas de tus padres pueden afectar la cantidad de grasa corporal que almacenas y dónde se distribuye esa grasa. La genética también puede jugar un papel importante en la eficiencia con la que tu cuerpo convierte los alimentos en energía, en la forma en que tu cuerpo regula tu apetito y en la forma en que tu cuerpo quema calorías durante el ejercicio.

La obesidad tiende a presentarse en toda la familia. No solo por los genes que comparten, también los miembros de la familia tienden a compartir hábitos alimenticios y de actividad similares.

Dieta no saludable
Una dieta con muchas calorías, bebidas altamente calóricas y con porciones demasiado grandes, contribuye al aumento de peso.

Inactividad
Si tienes un estilo de vida sedentario, es muy fácil que todos los días ingieras más calorías de las que quemas cuando haces ejercicio y realizas actividades cotidianas normales. Mirar las pantallas de computadoras, tabletas y teléfonos es una actividad sedentaria. La cantidad de horas que pasas frente a una pantalla está altamente asociada con el aumento de peso.

En algunas personas, la obesidad puede tener una causa médica, como el sindrome de Prader-Willi, el síndrome de Cushing u otros trastornos. Los problemas médicos, como la artritis, también pueden hacer disminuir la actividad física, lo que puede provocar el aumento de peso.

Algunos medicamentos pueden provocar aumento de peso si no los compensas con dieta o con actividad física. Entre estos medicamentos, encontramos a algunos antidepresivos, medicamentos anticonvulsivos, medicinas para la diabetes, medicaciones antipsicóticos, esteroides y betabloqueantes.

Hay factores sociales y económicos relacionados con la obesidad. De manera similar, es posible que no te hayan enseñado formas saludables de cocinar o quizá no tengas acceso a alimentos más saludables. Además, las personas con las que pasas tiempo pueden influir en tu peso; es más probable que desarrolles obesidad si tienes amigos o parientes obesos.

La obesidad puede ocurrir a cualquier edad, incluso, en niños pequeños. Sin embargo, a medida que envejeces, los cambios hormonales y un estilo de vida menos activo aumentan el riesgo de padecer obesidad. Asimismo, la cantidad de músculo en el cuerpo tiende a disminuir con la edad.

Generalmente, la disminución de la masa muscular conduce a una disminución del metabolismo. Estos cambios también reducen las calorías que necesitas, por lo que pueden hacer que resulte más difícil evitar el exceso de peso. Si no controlas de forma consciente lo que comes y no haces más actividad física a medida que envejeces, es probable que aumentes de peso.

  • Embarazo. El aumento de peso es común durante el embarazo. Para algunas mujeres, después del nacimiento del bebé, es difícil perder ese peso que aumentaron. Ese aumento de peso puede contribuir al desarrollo de la obesidad en las mujeres. La lactancia materna puede ser la mejor opción para perder el peso ganado durante el embarazo.
  • Dejar de fumar. Con frecuencia, dejar de fumar está asociado con el aumento de peso. Y para algunas personas, puede llevar a un aumento de peso suficiente para calificar como obesidad. A menudo, esto sucede cuando la gente usa los alimentos para hacer frente a la abstinencia del hábito de fumar. Sin embargo, a largo plazo, dejar de fumar sigue siendo un beneficio mayor para la salud que continuar fumando. El médico te puede ayudar a prevenir el aumento de peso después de dejar de fumar.
  • Falta de sueño. No dormir lo suficiente o hacerlo en demasía puede provocar cambios hormonales que aumentan el apetito. También es posible que sientas ganas de comer alimentos con alto contenido de calorías e hidratos de carbono, que pueden contribuir al aumento de peso.
  • Estrés. Muchos factores externos que afectan el estado de ánimo y bienestar pueden contribuir a la obesidad. Las personas a menudo buscan más alimentos ricos en calorías cuando sufren situaciones estresantes.
  • Microbiana. Las bacterias intestinales se ven afectadas por lo que comes y pueden contribuir al aumento de peso o a la dificultad para bajar de peso.
  • Intentos previos de perder peso. Los intentos previos de pérdida de peso seguidos de una rápida recuperación de peso pueden contribuir a un mayor aumento de peso. Este fenómeno, a veces llamado dieta yo-yo, puede ralentizar el metabolismo.

Consecuencias de la Obesidad

Algunas de las enfermedades y complicaciones relacionadas con la Obesidad son las siguientes:

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